Te ocupas ocupándote o te ocupas en progresar.
La necesidad de quienes comenzamos un negocio y lo consolidamos pasa de ser económica a descubrir que lo que nos satisface es progresar.
El progreso tiene que ver con transformarte y amplificarte. Las tareas y obligaciones diarias nos pueden encerrar en ciclos rutinarios y ocupados y mantenernos en un mismo estado profesional, espiritual, relacional y empresarial sin darnos cuenta.
Marcos 4:19-20 NTV
pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones de esta vida, el atractivo de la riqueza y el deseo por otras cosas, así que no se produce ningún fruto. Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que oyen y aceptan la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!».
El auto descubrimiento es un proceso continuo que nos lleva siempre a experimentar nuevas cosas como información, herramientas, estrategias, proyectos, etc..
Si te sientes estancado o fuera de enfoque entonces necesitas salir de ahí de manera urgente y para ello puedes pensar en evaluar lo siguiente:
Tips para reconocer si no estás progresando:
- Haces tareas que posiblemente podrías delegar pero no lo haces por perfeccionista o ahorrar un poco de dinero.
- Dejaste de cultivar tu mente
- Dejaste de crecer tu red de contactos.
- Dejaste de crecer tu vida espiritual.
- No tienes metas y te enfocas más en cumplir con tareas diarias.
- Te encuentras agotado y en mal humor constantemente.
- Estás perdiendo interés o pasión en tu negocio o proyecto.
Recuerda que ningún negocio va a poder crecer si tu dejas de crecer, los negocios son una manifestación de nuestra filosofía de crecimiento y si esta se encuentra frenada el mismo negocio también lo hará.
Tú eres el recurso más importante y debes estar siempre pensando en que debes hacer para seguir dando fruto. Una vez que logras alcanzar ciertas metas ( producir cierto fruto) tienes que pensar como seguir dando aún más y esto sucede cuando te conoces más a través de los ojos de Dios.
Pedirle dirección a Dios es importante en este proceso ya que con esto no dejaremos que los resultados determinen nuestras acciones sino la dirección divina de Dios esto hace que no nos acomodemos y sigamos avanzando hacia lo que él tiene para nosotros.
Quiero cerrar estableciendo que hay que tener contentamiento, reconocer cuándo descansar pero lo que si no es válido es acomodarse y dejar de avanzar. Si sientes que no estás en el lugar correcto, toma un tiempo para orar, pedir dirección y tomar acción.
¿Cómo te encuentras hoy, sientes que estás creciendo?
¿Estás buscando llegar a un nuevo nivel empresarial y espiritual?
Aún estás a tiempo de descargar gratuitamente mi libro digital “FEMPRENDE” :aprende a usar principios bíblicos y empresariales para lograr tus metas de la mano de Dios.